![]() |
|
Una bitácora dirigida a desentrañar si los editoriales de Teodoro Petkoff en el diario TalCual son de una forzada objetividad, de un cinismo descarado o sencillamente son una guachafita
|
|
|
miércoles, septiembre 14, 2005
Más Congestión
Viniendo de alguien que piensa que el destino de latinoamérica es elegir la izquierda "buena" de entre las "Dos Izquierdas" existentes, no deberíamos asombrarnos que Teodoro Petkoff apoye, en su editorial de hoy las expropiaciones basándose en la supuesta "función social de la propiedad", pero sinceramente hoy se fue de palo.
La ocupación militar de las plantas de Heinz y Polar obliga a unas puntualizaciones.
Al margen de una discusión de fondo sobre el tema de la cogestión y de su viabilidad, lo cierto del caso es que el gobierno ha expresado su intención de utilizar empresas industriales cerradas y fuera de servicio, por quiebra o por cualquier otra razón, para llevar a cabo experiencias cogestionarias, asociándose el Estado con los trabajadores (y en algunos casos, como el de Mishkin, en Tinaquillo, con los propios empresarios), con el fin de crear empleo y recuperar el tejido industrial, desarrollando nuevas formas de organización económica.
Para tal fin (repetimos, sin pronunciarnos sobre la viabilidad del proyecto), el gobierno puede, de acuerdo con la legislación vigente y previo pronunciamiento de un juez, expropiar empresas quebradas, indemnizando adecuadamente a sus propietarios. Lo que no puede es confiscarlas, arrebatándolas por la fuerza, a sus dueños. La Constitución garantiza el derecho de propiedad y si bien no puede obviarse, de acuerdo con ello, la llamada ?función social de la propiedad? (ya establecida anteriormente tanto en la Constitución adeca del 47 como en la consensual del 61), tampoco se puede anular el principio constitucional sobre el derecho de propiedad privada.
[...] 4) Dentro de este orden de ideas, son diferentes los casos de empresas cerradas a los de empresas en plena producción. Una cosa es la ocupación de Heinz, cuyas instalaciones están fuera de servicio y cuya intervención (aparte del efecto negativo que produce la violación de la ley por parte del gobierno) no afecta en lo inmediato el proceso productivo, y otra muy distinta la de Polar, planta en plena producción, cuya intervención paraliza las actividades productivas y configura un caso de pura y simple arbitrariedad y un atropello al derecho constitucional de propiedad.
5) Más allá de lo estrictamente legal y constitucional, en el plano político-económico, este tipo de actuaciones, de un ultraizquierdismo infantil (para no pensar que existan otras motivaciones, propias de Al Capone, sobre las cuales ruedan rumores inquietantes), apuntan a un mayor debilitamiento de la actividad económica y a una caída aún mayor de la inversión productiva, con las terribles consecuencias sociales, en términos de desempleo y empobrecimiento, que ello comporta. Una cosa es la ley y otra el bochinche.
Descarga de Klaus Meyer a las 3:09 p. m. ![]() ![]() |
![]() © Copyright 2005. NmdTeo. Todos los derechos reservados |
2 Retruques:
¿Estabas de vacaciones?
Sip
Publicar un comentario
<< Home