Recientemente nos enteramos (vía Barcepundit), que la ONU, ese organismo objeto de fetichismo, publicó un informe con los resultados de la más amplia encuesta realizada en Irak despúes de la posguerra. Uno de los datos resaltantes es el número de muertes asignadas a la guerra iniciada en 2003. La cifra obtenida por este organismo fue de 24.000 muertes.

Como recordarán el editorial del diario TalCual con motivo del segundo aniversario de la invasión de Irak cifraba el número de muertes en 100.000 personas, sin citar ninguna fuente que, obviamente, debía ser cierto informe lanzado casualmente una semana antes de las elecciones presidenciales norteamericanas del 2004. Ahora el organismo sacralizado por el director del diario aparece con una cifra significativamente menor. No pretendemos reivindicar a la ONU, organismo aquejado --como cualquier burocracia-- de males terribles, por los resultados de su investigación, sino más bien examinar dichos resultados.

En la sección "Reporte Analítico" del informe ONU podemos leer en la página 54 el origen de la cifra de muertes (traducción libre):

(Subrayado mío)

En primer lugar el informe contabiliza en un solo total muertes de civiles y de personal militar (suponemos que por "personal militar" se refiere a civiles trabajando para el ejército iraquí).

(Subrayado mío)

Aquí no sabemos si nos pasamos de quisquillosos, pero la pregunta se refiere a muertes y desapaciones entre 2002 y 2004, sin ningún desglose; sin indicar cuántas personas fueron "desaparecidas" en 2002 por Sadam Husein (que nunca fueron pocas) ni cuántas de las muertes en 2003 se debieron a los "gloriosos resistentes", cuyos ataques terroristas cosechaban más víctimas entre los iraquíes que entre las tropas invasoras.

En todo caso se trata de una fallo grave a nivel de la encuesta al globalizar los datos de esta manera.